Todavía no se cuando, no se con quien y ni siquiera se como pero lo que se seguro es que habrá otra historia. Y es que el camino es la droga más maravillosa que puede haber y una vez que la pruebas estás enganchado. Un peregrino es como un ex-fumador. Por mucho tiempo que pase a la primera ocasión que lo tienten volverá al camino y yo lo reconozco. Desde los primeros días el camino me enganchó y ya por siempre seré un peregrino...
Hasta la próxima. Un gran abrazo a todos los que nos habéis seguido durante estas dos maravillosas semanas.
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